El filipino Manny Pacquiao recuperó su corona del peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB), al vencer por decisión unánime al hasta ahora campeón,el estadounidense Timothy Bradley, que sufrió su primera derrota como profesional.
Pacquiao no sólo se vengó de la polémica derrota a los puntos que sufrió ante Bradley en el 2012 sino que también recuperó su mejor prestigio e imagen.
Esta vez no hubo polémica porque los tres jueces si vieron la misma pelea que todos los aficionados y expertos, y en la que vieron a Pacquiao como el mejor sobre el cuadrilátero instalado en el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas (Nevada).
Uno de los jueces dio ganador a Pacquiao por 118-110 y otros dos pusieron en sus respectivas cartulinas 116-112 a favor del nuevo campeón del mundo filipino, que fue de menos a más y terminó la pelea de forma agresiva, con su mejor estilo de siempre.
Pacquiao tuvo que esperar dos años para que le diesen la victoria que le quitaron también por decisión hace dos años y en el mismo escenario de Las Vegas. "Me siento muy feliz esta noche porque la victoria es de todos vosotros, los aficionados", declaró Pacquiao ante unos enfervorizados aficionados, que siempre le dieron su apoyo durante toda la pelea.
El propio Bradley, que vio como acabó su invicto de profesional tras haber disputado 33 peleas (31-1-1, 12 nócauts), reconoció el gran y merecido triunfo conseguido por Pacquiao, al que definió como un gran campeón, y rechazó poner cualquier tipo de excusa. "No puedes decir nada en contra de Manny", declaró Bradley. "Es un gran peleador, el mejor en el mundo y he perdido ante un gran campeón".